La palabra control significa gobierno, mando, regulación, es decir el poder de establecer acciones deseadas. En el caso del control de motores significa accionar estos en momentos y de forma determinada para ejecutar trabajos productivos, de la forma más lógica, ordenada y segura posible. Para controlar motores necesitamos una serie de aparatos e instrumentos que cableados de forma adecuada nos permitan arrancar, parar, invertir, variar su velocidad, etc., en una forma segura y eficiente. A este conjunto de elementos los conocemos como sistemas de control.
Es bueno recordar que debe existir un proceso para la cual diseñamos y construimos el Sistema de Control, es decir la unidad de producción. El control debe adecuarse a la unidad de producción.
Los elementos de potencia son los que regulan la energía entregada al proceso y ejercen fuerzas, potencias, empujes, etc, sobre la materia prima y así lograr el producto final. En nuestro caso estos elementos son los motores, pero pudieran ser otros elementos como resistencias, brazos neumáticos o hidráulicos, etc.
Los elementos de control son los encargados lograr la interacción entre los elementos de potencia y el proceso en si, de tal manera que este último se realice de manera lógica y ordenada.
Clasificación de los sistemas de control. De acuerdo a la manera de realizar las funciones de control, estos se pueden clasificar de la manera siguiente: Control manual, control semiautomático y control automático.
Control manual: En este todas las funciones de mando y regulación son tomadas por el operario del proceso. Este tipo de control fue el primero empleado en el inicio de la era industrial y en la actualidad queda restringido a pequeñas plantas procesadoras.
Control semiautomático: En este tipo las funciones de mando son tomadas por el operario como por el propio circuito de control. El operario introduce una orden y el sistema decide si lo ejecuta o no de acuerdo a la situación del proceso. Este tipo de control es el más extendido en la actualidad en nuestro país a nivel de empresas de producción de mediana complejidad. En este caso el operador toma las decisiones más importantes y las decisiones inherentes al proceso en si las toma el circuito de comando. Esta variedad de control es de mediana complejidad en cuanto a su mantenimiento y reparación y requiere de personal técnico calificado y versátil.
Control automático: En este caso las funciones de mando son tomadas por un circuito de control, sin intervención de operadores humanos. A este nivel de control se ha llegado gracias a los avances tecnológicos en el área de la electrónica, instrumentación y la mecánica. ( algunos autores le llaman mecatrónica). En los países altamente industrializados este tipo de control se ha ido extendiendo y al menos en parte también a algunos países medianamente industrializados, como en Latino America. Esta modalidad de control es bastante eficiente y compleja y requiere de personal técnico altamente calificado.
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